julio 04, 2006

El Tiempo Ordinario: un verdadero gimnasio espiritual

El año litúrgico se subdivide en los denominados “ tiempos litúrgicos”. Uno de ellos, el más extenso y antiguo es el llamado “tiempo Ordinario”. Con este nombre se le quiere distinguir de los “tiempos fuertes”, que son el ciclo de Pascua y el de Navidad con su preparación y su prolongación.
Ocupa la mayor parte del año: 33 ó 34semanas, de las 52 que hay. Los ornamentos empleados en las celebraciones litúrgicas son de color verde, para significar la esperanza cristiana.
Durante este tiempo, la Iglesia nos invita a mirar y a meditar en la persona de Jesucristo, para que mirándolo a El podamos crecer y madurar nuestra fe, nuestra esperanza y nuestro amor, y sobre todo, cumplir con gozo la Voluntad de Dios.

El tiempo Ordinario es un tiempo propicio para crecer en nuestras tareas ordinarias: matrimonio, en la vida espiritual, en la vida profesional, en el trabajo, en el estudio, en las relaciones humanas. También nos da la oportunidad de crecer en medio de nuestros sufrimientos, éxitos, fracasos.

¡Cuántas virtudes podemos ejercitar en todo esto!

El Tiempo Ordinario se convierte así en un verdadero gimnasio espiritual para encontrar a Dios en los acontecimientos diarios, ejercitarnos en virtudes, crecer en santidad…y todo se convierte en tiempo de salvación, en tiempo de gracia de Dios. ¡Todo es gracia para quien está atento y tiene fe y amor!

¡¡¡ Crecer. Crecer. Crecer.!!! El que no crece, se estanca, se enferma y muere.

Les invito entonces a aprovechar este Tiempo Ordinario con gran fervor y con esperanza, creciendo y ejercitando con perseverancia las virtudes de la fe, de la esperanza y del amor cristiano.